Hablemos de desintegración sensorial
¡Bienvenidas, mamás y papás curiosos!
Hoy quiero contarte de un tema muy interesante y relevante en el mundo de la crianza: la desintegración sensorial. ¿Han oído hablar de ella? Si no, no se preocupen, ¡están en el lugar indicado! En esta entrada, exploraremos qué es la desintegración sensorial, cuáles son sus principales características y cómo podemos brindar apoyo y manejo a nuestros pequeños que la experimentan.

La desintegración sensorial, también conocida como trastorno del procesamiento sensorial, que se produce cuando un niño no puede manejar la información procedente de sus sentidos. (tenemos más de 5 sentidos!) Esto significa que los niños que experimentan desintegración sensorial pueden tener respuestas atípicas o intensas ante estímulos cotidianos como sonidos, luces, texturas, olores o incluso movimientos, pueden presentar dificultades de aprendizaje, dificultades para jugar, juntarse o hablar con otros y para hacer las actividades diarias.
Suele confundirse con Autismo, pero NO todos los niños con desintegración sensorial son TEA, aunque gran parte de los niños con autismo tienen desintegración sensorial (esto lo descarte un neuropsiquiatra)
A veces se confunde con TDAH pero esto es prematuro de diagnosticar en niños pequeños , muchas veces la desintegración puede hacer que los niños estén buscando estímulos constantemente y por ello sean hiperactivos pero al manejarlo con terapias se van notando más organizados y calmados.
lo que sí es cierto es que es un tipo de neurodivergencia, estos chiquitos perciben diferente los estímulos y suelen tener otras formas de aprendizaje.
¿Cuáles son las características principales de la desintegración sensorial? Aquí te mencionamos algunas:
Hipersensibilidad: Los niños pueden ser especialmente sensibles a ciertos estímulos, lo que significa que pueden reaccionar de forma exagerada o sentirse abrumados. Por ejemplo, pueden taparse los oídos fuertemente cuando hay ruido o evitar tocar ciertas texturas, sentir molestia con cierta ropa, o ante la fricción en el baño o lavado del cabello o el corte de cabello, molestia ante los abrazos fuertes o los cortes de uñas.
Hiposensibilidad: Por otro lado, algunos niños pueden tener una falta de sensibilidad hacia ciertos estímulos. Pueden buscar sensaciones intensas, como balancearse fuertemente o buscar estímulos táctiles más intensos, como agarrar el lápiz muy duro, abrazar muy fuerte, no gestionar su fuerza.
Dificultad en la autorregulación: Los niños con desintegración sensorial pueden tener dificultades para regular sus emociones y comportamientos en respuesta a los estímulos sensoriales. Pueden mostrar respuestas inusuales o extremas, cómo enojarse o llorar sin una razón aparente, o frustrarse con más fácilidad y tener desbordes emocionales intensos y frecuentes.
SIGNOS MÁS COMUNES:
si un niño tiene desintegración sensorial es probable que:
• Sea inusualmente sensible a la ropa o a vestirse.
• Se sienta inusualmente incómodos con los cambios de pañal y lavado del cabello, baño o cepillado de los dientes.
• Le moleste y evite tocar la tierra, la suciedad, las pinturas para dedos o el pegamento.
• Sea inusualmente sensible a sabores u olores.
• Evite escalar, balancearse, deslizarse o subir escaleras mecánicas, elevadores o escaleras.
• Sea inusualmente sensible a sonidos o entornos ruidosos.
• Tenga problemas con la coordinación de las manos y la escritura.
• Tenga problemas con el movimiento o la coordinación.
• Tenga problemas para imitar a otros o para jugar a diversos juegos.
• Tenga problemas para participar en deportes de equipo.
• No sienta el dolor ni la temperatura.
• Sea un comedor inusualmente quisquilloso o selectivos.
• Sea un comedor inusualmente descuidado (le cuesta comer quietos, enfocado en la comida, se ensucia mucho, le cuesta usar cubiertos, etc)..
• Mastique o coma objetos que no son alimentos (ejemplo uñas, o lapices).
• Tenga una necesidad inusual de moverse (está inquieto, se balancea o da vueltas).
• Parezca torpe o sea propenso a accidentes.
• Toman el lápiz con mucha fuerza o muy poca, les cuesta el correcto agarre.
• Los niños pueden ser impulsivos o de fácil distracción y mostrar falta de planificación al abordar las tareas.
Ahora, lo importante es saber cómo podemos brindar apoyo y manejo a nuestros pequeños con desintegración sensorial. Aquí van algunas pautas que pueden ayudar:
-> CÓMO SABER SI. MI HIJO LO TIENE? Super importante ver un equipo de apoyo neuropsiquiatra, terapia ocupacional y de lenguaje para establecer las necesidades puntuales de tu peque, AUNQUE en general un terapeuta ocupacional puede diagnosticarlo.
-> CÓMO SE TRATA? El equipo de terapias establecerá el plan de terapias adecuado para ayudarle suelen ser terapias ocupacionales, físicas y de lenguaje.
-> Apóyalo desde la dieta el cerebro está muy conectado con el intestino y la dieta será clave en el manejo, los niños con neurodivergencias se benefician de una dieta antiinflamatoria.
Observa y escucha a tu hijo: Presta atención a los estímulos que parecen afectarle más y trata de identificar patrones. Esto te ayudará a entender mejor sus necesidades y adaptar el entorno a ellas.
Crea un entorno sensorialmente amigable: Ajusta el entorno en casa para minimizar los estímulos que puedan ser desencadenantes. Puedes reducir el ruido, mantener una iluminación suave, proporcionar áreas de descanso tranquilas y seleccionar juguetes y materiales que sean cómodos para tu hijo, antícipale lo que va a suceder o estímulos que va a recibir.
Trabaja con profesionales especializados: Consulta a un terapeuta ocupacional u otros profesionales especializados en desintegración sensorial. Ellos pueden brindarte estrategias y técnicas específicas para ayudar a tu hijo a manejar mejor sus desafíos sensoriales.
La crianza respetuosa será una gran aliada a la hora de construir herramientas que te ayuden con los desafíos conductuales que implica, puede parecer un niño berrinchudo o malcriado cuando en realidad la esté pasando mal ante un estimulo que le sobrepasa.
Recuerda, cada niño es único y puede experimentar la desintegración sensorial de manera diferente. Lo más importante es ser comprensivos, pacientes y estar dispuestos a adaptarnos para brindarles el apoyo que necesitan. Con amor y apoyo, podemos ayudar a nuestros pequeños a navegar por el mundo sensorial de una manera más cómoda y feliz.
¡Hasta la próxima entrada!